Una nueva aventura para curar los males.
Sentimientos previos al voluntariado en Grecia.
¿Sientes adrenalina cuando estás a punto de comprar un billete de avión?
¿Abres más la aplicación de Google Maps que Instagram, Tik Tok o Twitter?
¿Tienes fobia a echar raíces y no puedes parar más de un año en la misma ciudad?
Querido amigo, déjame decirte, que lo tuyo tiene un nombre.
Hablemos del síndrome del viajero insatisfecho.
Los síntomas se han intensificado a lo largo del año 2020. En distintas zonas la gente se vio obligada a permanecer en casa durante un periodo de tiempo mayor al que les hubiese gustado. Se rumorea que aquellos aficionados a la lectura, Netflix o a la repostería no tuvieron problemas y pudieron mejorar sus habilidades. Pero, ¿qué ocurre con los que su pasión era pasear por calles desconocidas, visitar monumentos a miles de kilómetros de su ciudad natal o conocer gente que pese a haber coincidido solo durante días la recordarán durante muchos años?
Desafortunadamente muchos tuvimos que conformarnos en contemplar la belleza del lugar residencia por más tiempo del que quisimos. Más tarde llegamos a agradecer el hecho de poder movernos, aunque debiera ser dentro de nuestro propio país y en muchas ocasiones incluso dentro de la provincia (quién lo diría). Y ahora, pese a que algunos descerebrados se esfuercen en tirar por la borda todo el esfuerzo contemplado, parece que teniendo mucho cuidado podremos volver a vivir esas sensaciones que te ponen los pelos de punta.
En mi caso, andaba pendiente de una oferta de trabajo en el extranjero. Quedaba a la espera de recibir el permiso de trabajo para tramitar el visado. Para mi sorpresa, ese momento llegará en un futuro puesto que aún no se ha podido tramitar. Otros tantos viajes nacionales fueron cancelados y los internacionales tampoco vieron la luz, entre ellos algunos proyectos Erasmus+. Las reservas de vuelo, los alojamientos y varios servicios tuvieron que quedar aplazados.
En unos días comienzo mi terapia para este síndrome, haré un voluntariado en Grecia durante un par de meses. Si tienes la oportunidad, me gustaría aconsejarte, viajero insatisfecho, que en este tipo de proyectos prestes especial atención a la temática, su duración y la localización donde se desarrollará. Afortunadamente, en mi caso lo vi claro y aposté. Te recomiendo que te pongas las pilas, busques alguna oportunidad que te motive especialmente y pruebes suerte. ¿Quién sabe? Quizás nos crucemos, al fin y al cabo, el mundo es muy pequeño.