Por no arrepentirme de no haberlo hecho
Mi experiencia y mis reflexiones antes de empezar un proyecto de voluntariado de larga duración en Bialystok, Polonia.
A partir de todas las vivencias que he tenido a lo largo de mi vida, he aprendido algo realmente importante. Y es que, ante un futuro difícilmente predecible, las personas solemos sentir miedo. Por eso mismo, tendemos a recluirnos en nuestra zona de confort y apartar de nosotros cualquier experiencia que nos suscite algún tipo de inseguridad, por muy satisfactoria que sospechemos que pueda ser para nosotros. Todo viajero sabrá de lo que habló, ya que aunque muchos de nosotros tengamos ya una notable experiencia en ello, hubo un momento en el que tuvimos que coger nuestro primer avión, en el que decidimos realizar nuestro primer viaje solo y en el que decidimos irnos a vivir un año al extranjero. Yo esto último hasta ahora no lo he vivido, pero me dispongo a hacerlo y aunque no puedo negar que siento cierto miedo a lo que pueda ocurrir, no valoro la posibilidad de echarme atrás tras haberme atrevido en multitud de ocasiones a salir de mi zona de confort y haber vivido experiencias maravillosas.
¿Cómo y por qué decidí sumergirme en esta aventura?
Tras un verano lleno de incertidumbres en el que, tras terminar mi carrera, tenía que decidir cuál era el siguiente paso que dar en mi vida, el destino quiso jugar su carta más valiosa a mi favor dándome a conocer la existencia de estos proyectos de voluntariado. En mi último viaje del verano, en Bucarest, conocí a una persona que me habló de la posibilidad, en su momento totalmente desconocida para mí, de dedicar este año a realizar uno de los tantos proyectos de larga duración que ofrecen el Cuerpo Europeo de Solidaridad (CES). Desde el momento en que me sugirió esa idea, supe a lo que me iba a dedicar durante el siguiente año de mi vida. Cuando volví de Rumanía, inmediatamente me registré en el portal donde se ofertaban estos voluntariados y tras aplicar a unos cuantos que satisfacían mis necesidades, tuve la suerte de que una organización (Stowarzyszenie Międzynarodowej I Międzykulturowej Wymiany) se interesó por mi candidatura.
Tras todos los tediosos, aunque necesarios, preparativos y gracias a la inestimable ayuda de mi sending organization, Globers, que me ha auxiliado y preparado maravillosamente, estoy a una semana de empaquetar mi vida entera destino a Bialystok durante los próximos nueves meses. Como ya he dicho, esta será mi primera experiencia viviendo solo en el extranjeto y como en toda primera vez, vuelvo a tener miedo e inseguridades, pero no me importa, pues ya sé que soy capaz de gestionar todas estas emociones de manera que pueda seguir disfrutando de las experiencias que el destino ha elegido para nosotros. Porque sé que si no lo hago, acabaré arrepintiéndome en el futuro.